Las pequeñas alegrías y los libros pequeños. Cada vez soy más fan de estos formatos, de estos libritos que se leen en un par de viajes de tren. Concebidos de este modo por el autor y editorial, no estoy hablando de versiones económicas de clásicos de bolsillo, me refiero a ejemplares –normalmente ensayos– de unas cien páginas, con ediciones preciosas y muy cuidadas.
Las pequeñas alegrías
Las pequeñas alegrías
Las pequeñas alegrías
Las pequeñas alegrías y los libros pequeños. Cada vez soy más fan de estos formatos, de estos libritos que se leen en un par de viajes de tren. Concebidos de este modo por el autor y editorial, no estoy hablando de versiones económicas de clásicos de bolsillo, me refiero a ejemplares –normalmente ensayos– de unas cien páginas, con ediciones preciosas y muy cuidadas.